domingo, 8 de marzo de 2009

La lengua, Meliá y Muñoz (y 2)

Continua Pere Muñoz:
“…n’hi ha que han començat un altre pic la batalla del dret dels pares a decidir la llengua d’escolarització del seus fills. Supòs que después vendrá el dret a decidir si els fills no estudien matemàtiques, física o història, no?”
Brillante: la reivindicación de la libertad de elección de lengua, que está, sin duda ligada, a la preocupación por la educación, es una muestra de desvarío que podría seguir con la demanda de eliminar las matemáticas de la escuela. Entonces la gente responsable como Pere Muñoz y Josep Meliá tienen que decir: ¡Nada de libertad! –a pesar de ser, nadie lo dude, amantes de la libertad.
En realidad las cosas son al contrario: los partidarios de la inmersión han establecido como primer objetivo de la enseñanza el conocimiento del catalán y el nivel de formación que los alumnos adquieran en otras materias -por ejemplo, matemáticas, física o historia- se sacrifica a la enseñanza del catalán. El resultado no es, evidentemente, lo brillante que imagina Pere Muñoz y el discurso oficial:
“Tenir dues, tres o quatre llengües és una riqueza i per aixó no entenc els pares que volen privar els seus fills d’acabar l’ensenyament dominant com més llengües millor. […] A veure, algú coneix cap escolar que acabi l’ensenyament sense saber parlar en castellá? La resposta es no. En canvi, no coneixem tots escolars que acaben l’ensenyament sense saber parlar en catalá?”

En lugar de producir escolares multilingües el sistema educativo produce en enorme cantidad ciudadanos cero-lingües: el 50% de los alumnos de Baleares al finalizar la ESO son analfabetos funcionales, es decir, no dominan ni el catalán ni el castellano, mucho menos el inglés. Si los padres vieran que sus hijos acaban sabiendo dos, tres o cuatro lenguas estarían encantados con la inmersión pero ven, como todo el que quiere verlo, el fracaso absoluto del sistema, en cuanto a la/las lenguas y a tantas otras cosas: matemáticas, física, historia…
Aunque lo importante no es ser multilingüe, o tener una buena formación para poder desarrollar la propia vida y participar en la vida de la comunidad, lo importante es “sobretot aprendre la llengua pròpia del territori on viuen”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin entrar a defender el texto de muñoz, es verdad que sus argumentos intentan responder (con mayor o menor fortuna) a diferentes versiones del mismo argumento al respecto de la libertad de elección de la lengua.

Éste sería del tipo:

"Es un 'derecho humano' fundamental que los padres puedan elegir libremente la lengua en la que se enseña a sus hijos. Los sistema que lo prohiben son "protofascistas", etc."

Ante esta argumentación estaría el tema de los derechos lingüísticos de los marroquíes (los derechos humanos no deberían depender del territorio en el que uno vive, verdad?).

Habría que dejar claro cuál es el argumento en el que se basa el derecho a elección de lengua de parte de los padres. ¿Se trata efectivamente de un derecho humano básico? O, en cambio, ¿se trata de escolarizar al niño en la lengua que le proporcione el mejor acceso a una buena educación? Y, dentro de esta mejor educación, ¿qué peso tiene el terminar el sistema educativo con un buen dominio de ámbas lenguas?

En la entrada última del blog se insinúa (o así me parece) que parte del fracaso escolar existente vendría influido por el sistema de inmersión lingüístico. Si esto fuera así (cosa que me parece no está clara), no debería ser libertad de los padres elegir la lengua de educación de sus hijos, si no más bien del sisterma escolar acorde al contexto lingüístico en el que viven los hijos. Y, entonces también, dentro de esta elección, tendría que ser clave el peso que se la da al dominio de las distintas lenguas que deben de tener los niños al terminar su ciclo educativo.

Un saludo.

Gonzalo Lozano dijo...

Es decir, según Usted los padres no deben poder optar por que la lengua vehicular sea el castellano en lugar de la inmersión en catalán. En su lugar tenemos a alguien -el Estado benefactor encarnado en el Gobierno de la CA- que decidirá "escolarizar al niño en la lengua que le proporcione el mejor acceso a una buena educación", que casualmente para todos es el catalán. Yo me pregunto, en primer lugar: ¿cómo se puede hablar de "buena educación" dado el lamentable estado del sistema educativo de las Baleares y de España? Y, más importante: ¿Por qué el Gobierno de la CA va a saber mejor que sus padres cuál es la mejor educación para un niño en cuanto a la elección catalán/castellano? ¿Por qué la inmersión en catalán habría de ser la "mejor educación" en una sociedad en la que al menos el 50% de la población se expresa habitualmente en castellano, casi el 100% de los diarios se editan en castellano, etc., etc.?
Yo creo que deben aprenderse las dos lenguas, pero el sistema educativo no está consiguiendo ni aproximarse a que los estudiantes tengan, con generalidad, "un buen dominio de ambas lenguas". No veo, por lo tanto, que el objetivo de bilingüismo se pueda utilizar como un argumento a favor de la inmersión. ¿Por qué no habría de conseguirse un conocimiento adecuado de las dos lenguas sin inmersión en catalán para el que no la quiera?
La cuestión que ocupa el lugar central es la siguiente: ¿por qué el principio básico de libertad de elección de lengua debe ser eliminado? No, desde luego, para conseguir una enseñanza de mayor calidad, es decir, gente con mejor formación y por lo tanto mejores oportunidades profesionales, mayor capacidad de participar en la vida pública, y, en general, una vida mejor. La explicación es: la lengua propia de las Islas y la construcción de una identidad. Yo creo que usar ese argumento desnudo hace que hasta Meliá y Muñoz se sientan incómodos: por eso siempre se acompaña de otros, aunque no funcionen.