viernes, 22 de enero de 2010

Se acabó el fin de semana

Los problemas del Reino Unido y los de España tienen algunos importantes elementos comunes. Por ejemplo, España y Reino Unido comparten podio con Japón como los países grandes más endeudados del mundo -por cierto, muy por encima de los Estados Unidos.
En “The end of Britain’s long weekend” se analiza lo que el autor considera una profunda crisis y se dice “…en 2009 su [de los ingleses] fin de semana se acabó; si el país ha de volver a ser próspero en la tercera década de este siglo, durante la segunda debe cambiar sus modos y pagar facturas abrumadoras”.
En España también, en mi opinión, se acabó el fin de semana y si no tomamos medidas realmente serias en el horizonte está la catástrofe. A algunos les puede parecer una palabra excesiva, pero catástrofe sería que en diez o veinte años España, en lugar de acercarse a Dinamarca o a Holanda –en renta, en modos- se acercara a, o se convirtiera en, Argentina. ¿No sería una catástrofe sin paliativos que ese fuera el país que le dejemos a nuestros hijos? Pues yo creo, junto a muchos otros (ver, por ejmplo, en FEDEA el post de Luis Garicano de 11.12.2009) que vamos por ahí.
Una de las cosas en las que hemos gastado nuestro tiempo y nuestras energías ha sido el estado autonómico, que necesita de una seria puesta a punto. Pero, bajando al nivel de las comunidades autónomas, y, más concretamente de la nuestra, las Islas Baleares, también hay mucho que hacer, y no me refiero a la política, sino al mismo diseño del marco de la política, es decir, del Estatuto de Autonomía.
Las Baleares tienen casi 1’1 millones de habitantes repartidos entre Mallorca (79%), Menorca (9%) e Ibiza y Formentera (12%). ¿Qué sentido tiene generalizar a las cuatro islas la institución del consell insular? Este doble nivel govern/consells es claramente excesivo y disfuncional: es caro, es ineficiente y lento, tanto en sentido puramente administrativo como en sentido político, y ha funcionado y, previsiblemente seguirá funcionando, como un generador de corrupción política y de chalaneo: UM ha magnificado su poder reservándose el Consell de Mallorca, es decir, una institución independiente para hacer y deshacer.
¿Y, en cualquier caso, para qué demonios sirve el Consell de Mallorca? ¿Por qué no habría de ser el govern de la CA el que asumiera todas las funciones del Consell en cada una de sus diferentes consellerias? Al fin y al cabo el 80% de la población de las Islas está, precisamente, en Mallorca. Eliminemos, pues, el Consell de Mallorca puesto que el Govern está, precisamente, en Mallorca.
El Consell de Formentera es, igualmente, un sinsentido, pero, peor aún es la circunscripción de Formentera para la elección de un diputado autonómico: un censo muy pequeño -en 2007 votaron tres mil personas- que puede decidir una mayoría es una circunstancia ideal para la generación de corrupción política. Y esto lleva a la otra pata de la solución que propongo: que los diputados autonómicos se elijan en una circunscripción única corrigiendo, así, la desproporción actual –Mallorca elige el 56% de los diputados con el 79% de la población.
El Govern como administración autonómica e insular de Mallorca, más los Consells Insulares de Ibiza-Formentera y Menorca, por un lado, con la necesaria circunscripción única para elegir el Parlament, configuran una solución beneficiosa política y económicamente. Políticamente porque la atribución de responsabilidades es mucho más clara y porque se reducen los incentivos al chalaneo y la corrupción, es decir, que es una medida práctica de regeneración democrática. Y económicamente porque resultaría en una administración más barata y más eficiente.
Para UPyD una propuesta como esta sería, en mi opinión, muy positiva. Todos los partidos: PP, PSOE, UM, PSM, etc., colaboraron entusiasmados en la creación del desastre del Estatuto, y todos están por el mantenimiento de esta frondosa administración que tantas posibilidades de colocación ofrece. Los ciudadanos están esperando propuestas sensatas que vayan en el sentido de limpiar la política y mejorar la economía.

domingo, 17 de enero de 2010

Los controladores y sus/nuestros problemas

Las declaraciones del ministro José Blanco y sus modos como político no deben hacernos perder la perspectiva del importante problema con el que se relacionan. El problema es el colectivo de controladores aéreos españoles, su capacidad de perjudicar el funcionamiento del sistema de transporte aéreo, capacidad que quizás tenga que ver con su retribución, sustancialmente mayor que la de sus colegas europeos, y con su productividad que, por el contrario, es sustancialmente menor. Al menos es así según informaciones ampliamente difundidas y, muy importante, nunca desmentidas claramente, es decir, con números concretos alternativos a los que proceden de AENA, por los propios controladores.
El problema de los controladores es, posiblemente, parte de un problema mayor, esto es, la gestión de AENA. Pero que la gestión de AENA sea mala no puede servir de justificación para mantener los privilegios de los controladores aéreos. Tampoco puede servir para justificar esos privilegios que haya otros colectivos privilegiados –como, por ejemplo, toda la élite política que encuentra acomodo en los órganos de gobierno de las cajas de ahorro. Un elemento clave del ideario de UPyD es, precisamente, la defensa de la igualdad y, consecuentemente, el rechazo de los privilegios, vengan estos avalados por las “identidades nacionales”, por las creencias religiosas o por el corporativismo y la capacidad de presión que da el ocupar una posición critica en el sistema de transporte.
Quizás los privilegios de los controladores sean sólo aparentes, pero en ninguna de las ocasiones que el tema ha saltado a los periódicos he visto ninguna explicación convincente que pueda justificar las monumentales retribuciones de que disfrutan. Por el contrario, siempre veo falta de claridad en los datos y de lógica en los razonamientos. Por ejemplo, su trabajo es muy exigente, por eso deben tener jornadas reducidas; pero sus sueldos son tan altos porque hacen muchas horas extra. Curioso, ¿no?
La cuestión es que las tasas de navegación aérea son, parece ser, las más caras de Europa: malo para la economía, malo para el turismo, malo para todos –salvo para los controladores- y, además, AENA tiene regularmente un déficit que debe financiar los impuestos de los ciudadanos.
Yo veo el problema de los controladores como otro de los fallos de un Estado que, debiendo garantizar la igualdad de los ciudadanos, es débil ante los privilegiados que tienen capacidad de presión, y, consecuentemente, y aunque no me guste el estilo de José Blanco, me parece positiva la decisión política de abordar ese problema. Para hacerlo de manera efectiva está, parece ser, buscando el consenso con el PP lo cual es coherente con la exigencia que tantas veces ha manifestado UPyD: que los partidos se pongan de acuerdo para resolver los problemas de los ciudadanos.

viernes, 1 de enero de 2010

El villancico del Presidente Antich

Mientras escuchaba la alocución navideña del Presidente Antich el día 31 pensaba cuánto mejor no hubiera hecho en cantar un villancico o en recitar un pequeño poema, en hacer, en fin, alguna de esas cosas que los niños hacen cuando visitan a sus abuelas o a sus tíos, especialmente a los que no frecuentan demasiado, y que provocan en los adultos una respuesta admirativa y cariñosa. No es necesario que la niña o el niño cante bien, basta su deseo de agradar, su esfuerzo, aunque sea torpe –casi diría, especialmente si es torpe- para estimular la buena voluntad de los mayores. El Presidente Antich debería tratar de explotar ese mecanismo –no debe preocuparse si no canta muy bien- en lugar de tratar de impresionar a los ciudadanos de estas nuestras Islas con mensajes “institucionales” como el de fin de año que de tan torpe provoca una cierta compasión, pero que siendo tan tramposo, sesgado y falto de ambición, produce, sobre todo, una enorme irritación.
El Presidente nos muestra la rica cosecha de su año de gobierno que es, básicamente, una cosecha de buenos sentimientos y de buenas intenciones: dificultades, sí, una grave crisis económica, pero maduresa i implicació de la nostra societat, gratitud per la sensibilitat per arribar a acords amb el Govern, esforç d’enteniment, millorar el model de creixement, moltes més oportunitats, reforçar les inversions, més confianza, etc. etc.
Buenos sentimientos y buenas intenciones que se articulan alrededor de una pesada rueda de molino: “Totes les institucions hem “fet pinya”, i treballam amb absoluta coordinació.” Lo siento, pero la palabra que me viene a la cabeza es “cara” o, más precisamente, “cara dura”. ¿Cómo es posible semejante afirmación con el espectáculo lamentable de peleas y desunión que ha dado el Pacte en los últimos meses? Acompañada de otra rueda de molino: “És la millor manera de treure el màxim profit dels doblers i de servir millor a la ciutadania.” ¿Cómo encaja esto con el fracaso de la propuesta del Conseller Manera de reducir €500 millones de gastos, que se quedaron en sólo €170 millones, es decir, con una dinámica política –en el Pacte nadie quiere perder ni un euro- que le costará €300 a cada habitante de estas Islas?
Y, para rematar, un órdago monumental al pedirnos que desconectemos nuestra inteligencia, puesto que el Presidente nos propone no mezclar los casos judiciales con su labor de gobierno ya que son “els efectes dels excessos d’altres temps”. El Presidente nos pide, sin manías, que no tengamos en cuenta que él gobierna gracias a los votos de los implicados en varios de esos casos judiciales, que la segunda autoridad de la Comunidad, la Sra. Munar, lo es gracias a su voto y los de los otros diputados de los partidos del Pacte, que el Sr. Nadal es ex-Conseller de Turismo de su gobierno, que los presupuestos –desastrosos- para 2010 han sido aprobados con el voto del Sr. Vicens, etc.
Para completar todo este sinsentido el mensaje nos presenta algunas medidas de gobierno, y da una cierta pena pensar lo que le habrá costado a su gabinete encontrar algo que enseñar cuando una de las medidas es, por ejemplo, haber equiparado las becas de olímpicos y paralímpicos. Con la situación de crisis política y económica que vive nuestra Comunidad, con casi 100.000 parados, con una deuda de más de €4.000 millones, con un déficit previsto de casi €700 millones para 2010, ¿no encuentra el President nada más importante de lo que hablar que la equiparación de las becas?
Tengo la impresión de que Antich no entiende que de un presidente se espera que gobierne, o que, al menos, pretenda gobernar, lo que implica menos lirismo y más tocar con los pies en tierra, menos jugar a estadistas, y más gestionar, es decir, priorizar y actuar. Y no parece preocuparle su falta de ideas y de determinación porque no trata de ocultarla. Por ejemplo, al principio del mensaje se refiere al grave problema de la calidad de la edificación –hotel en Capdepera, edificio de viviendas en Palma- y su propuesta es “extremar les mesures de seguretat i […] seguir donant suport als serveis d’emergència i els cossos de bombers”. ¿Eso es todo? ¿No se le ocurren algunas medidas para atacar el problema? Miéntanos, Sr. Antich, diga que lo está pensando, que su equipo está trabajando incasablemente en ello, que tengamos, aunque sea por un rato, la sensación de que hay alguien al mando. Y si no es capaz, el año que viene cántenos un villancico.