martes, 27 de enero de 2009

Una pregunta para el Presidente

Un ciudadano le recordó a Zapatero sus optimistas previsiones económicas antes de las elecciones –íbamos a alcanzar el pleno empleo gracias a sus políticas- y le preguntó si se debían a falta de acierto o a voluntad de engaño. La respuesta de Zapatero no resolvió completamente la cuestión: “Yo puedo equivocarme, pero no engañar”. Es decir, Zapatero excluye la voluntad de engaño, pero no parece seguro respecto a la falta de acierto. Descorazonador, porque si Zapatero no ha conseguido todavía elaborar un juicio claro sobre el pasado –que le hubiera permitido decir simplemente, por ejemplo, “me equivoqué”- ¿podemos confiar en que llegue a tener una visión ni mínimamente acertada sobre el futuro?
Zapatero ha sido un desastre en sus previsiones y, como le señalaba el ciudadano aludido antes, un pésimo consejero. En enero de 2007 se manifestaba sobre el boom inmobiliario:

“Pero un país que crece demográficamente como crece España, básicamente por la inmigración, y como ha crecido, y que crea empleo, va a seguir construyendo viviendas. Es uno de los síntomas. Estados Unidos se caracteriza por estar siempre en crecimiento, y en crecimiento de la vivienda. Vamos a seguir creciendo en el sector de la construcción. El precio de la vivienda se está moderando, como dijimos que se iba a moderar. Éste es un país con espíritu de futuro, a diferencia de otros países occidentales con rentas per cápita altas que no tienen hoy esa actitud.”

No había porqué preocuparse, ni en España, ni en los Estados Unidos. Puede que Zapatero no estuviera bien informado, porque el fin de la burbuja en los Estados Unidos estaba ya en los periódicos y el exceso de viviendas construidas en España, también.
Continuaba Zapatero, lleno de optimismo:
“Por eso estamos seguros de que vamos a superar a Alemania y a Italia en renta per cápita de aquí a dos, tres años. Les vamos a coger. […] Sí, sí. De aquí al 2010 les podemos superar perfectamente. Igualar y superar ligeramente. Es que el recimiento de España está en el 4%. Creando empleo. Es que, insisto, el 60% de los puestos de trabajo que se crean en Europa se crean en España.”
Puede que se Zapatero se equivocara, quizás por no haber pensado seriamente cómo iba a conseguir España alcanzar a Alemania e Italia teniendo en cuenta, por ejemplo, que el fracaso escolar español triplica el alemán y duplica el italiano.
John Kay (Financial Times) escribía refiriéndose a los directores de los grandes bancos:
“Consolaría creer que esas personas saben que están en falta, pero que les han aconsejado negarlo. Si has provocado un accidente de tráfico un instinto humano de decencia es decir “perdón”, pero la letra pequeña de tu seguro te dicta lo contrario. Sin embargo, la mayoría de estos titanes de las finanzas no experimentan pesar porque no se sienten en falta. Realmente piensan que son víctimas, no villanos…”
¡Qué bien se le aplica a Zapatero siempre echándole la culpa a los demás, reclamando a todos que “arrimen el hombro”, y pidiendo a los ciudadanos que colaboren, sin tan sólo una pizca de autocrítica!

1 comentario:

javier lozano dijo...

En la falta de voluntad del Presidente para reconocer sus errores, a parte de la común tendencia humana (exacerbada en la clase política)se esconde ya sea un problema intelectual, ya una falacia moral.
Es un grave problema intelectual si realmente no es consciente de tales errores.
Pero quizá (¡¿tan sólo?!) sea una falacia moral: la creencia de que se está en posesión de la Verdad en mayúscula y que, por tanto, cualquier posible error de previsión es de orden menor.